Tal secretario formáis, Gabriel, en vuestros escritos, que por siglos infinitos en él os eternizáis; de la...
Yace donde el sol se pone, entre dos tajadas peñas, una entrada de un abismo, quiero decir, una cueva...
Madre de los valientes de la guerra, archivo de católicos soldados, crisol donde el amor de Dios se apura,...
¡Oh, quién tuviera, hermosa Dulcinea, por más comodidad y más reposo, a Miraflores puesto en el Toboso, y...
Cuando Preciosa el panderete toca y hiere el dulce son los aires vanos, perlas son que derrama con las manos;...
¡Oh cuán claras señales habéis dado, alto Bartholomeo de Ruffino, que de Parnaso y Ménalo el camino habéis...
Ovillejos¿Quién menoscaba mis bienes? ¡Desdenes! ¿Y quién aumenta mis duelos? ¡Los celos! ¿Y quién prueba mi...
No ha menester el que tus hechos canta, ¡oh gran marqués!, el artificio humano, que a la más sutil pluma y...
Yace en la parte que es mejor de España una apacible y siempre verde Vega a quien Apolo su favor no niega,...
Ya que se ha llegado el día, gran rey, de tus alabanzas, de la humilde musa mía escucha, entre las que...
Ya que del ciego dios habéis cantado el bien y el mal, la dulce fuerza y arte, en la primera y la segunda...
Voto a Dios que me espanta esta grandeza y que diera un doblón por describilla, porque, ¿a quién no sorprende...