Subiste, Ovalle, a la mansión que el cielo a tus virtudes preparó; y envuelta a tu patria has dejado en triste duelo. Cese el...
Intentaré muy humildemente olvidarte, sé por ajena y propia experiencia, que el olvido es un proceso largo y creciente, siempre...
Mujer mía: quiero que tú y yo limitemos a una isla, unidas, nuestras dos vidas para descubrir las razones de Dios...
El verso debe ser claro y sonoro como el agua del mar y como el oro. El verso debe ser firme y radiante, lo mismo que el acero y...
Ruge el mar, y se encrespa y se agiganta; la luna, ave de luz, prepara el vuelo y en el momento en que la faz levanta, da un...
Yo te diré los sueños de mi vida en lo más hondo de la noche azul... Mi alma desnuda temblará en tus manos, sobre tus hombros...
Tú no oprimas mis manos. Llegará el duradero tiempo de reposar con mucho polvo y sombra en los entretejidos dedos....
¿Por qué a mi helada soledad viniste cubierta con el último celaje de un crepúsculo gris?... Mira el paisaje, árido y triste,...
En medio de la noche surge a veces una pregunta, y la noche se agranda, y es inmensa la noche hasta la angustia. Como un barco...
Ir y quedarse, y con quedar partirse, partir sin alma y ir con alma ajena, oír la dulce voz de una sirena y no poder del árbol...
Mueren las rosas a pesar de la lluvia. Mi corazón doliente poco alimento puede cederles ya....
Soñamos juntos juntos despertamos el tiempo hace o deshace mientras tanto no le importan tu sueño ni mi sueño...