Madrecita mía, madrecita tierna, déjame decirte dulzuras extremas. Es tuyo mi cuerpo que juntaste en ramo; deja revolverlo sobre...
Oh tú, más dulce, más interminable que la dulzura, carnal enamorada entre las sombras: de otros días surges llenando de pesado...
La joven beldad que quiera ceñir su frente de flores, pídalas a la pradera, cuando de varios colores la esmalta la primavera....
Canta Amarilis, y su voz levanta mi alma desde el orbe de la luna a las inteligencias, que ninguna la suya imita con dulzura...