Tu voz reza la gracia de la hora. Mi orquídea en el ojal ya está marchita. Y en tus joyas refulge la exquisita irisación lejana...
Tu voz reza la gracia de la hora. Mi orquídea en el ojal ya está marchita. Y en tus joyas refulge la exquisita irisación lejana...
Perdóname si digo que te amo: a los poderosos se les engaña siempre, los débiles son siempre manejados por el miedo....