XXXVII ¡Con qué artificio tan divino sales de esa camisa de esmeralda fina, oh rosa celestial alejandrina, coronada de granos...
No sé si mis versos serán eternos, quiero imaginar que sí, escribir desde mis adentros como el loco de San Joaquín......
Suave viento la sonrisa de su cara. Suave brisa la mirada de sus ojos....
Por la región del viento, una bella Cometa se encumbraba; y ufana de mirarse a tanta altura sobre el terreno asiento, que habita...
A lo lejos suena el rio, cantando sus estribillos, en mojados pentagramas de metal....
Esa pared me inhibe lentamente piedra a piedra me agravia ya que no tengo tiempo de bajar hasta el mar y escuchar su siniestra...
Acéchame dulce, sombra. Piérdeme en la profundidad nebulosa de tu pecho que la nena necesita tu cobijo. Tiendo a quedarme...
Céfiro blando que mis quejas tristes tantas veces llevaste, claras fuentes que con mis tiernas lágrimas ardientes vuestro dulce...
Revuelta con el viento mi alma has arrastrado hasta la orilla de tu alma....
No me fío de la rosa de papel, tantas veces que la hice yo con mis manos. Ni me fío de la otra rosa verdadera,.....
Cuando entre la sombra oscura, perdida una voz murmura turbando su triste calma, si en el fondo de mi alma la oigo dulce...
Lento, amargo animal que soy, que he sido, amargo desde el nudo de polvo y agua y viento que en la primera generación del hombre...