Palabras que hieren (Destinos inciertos que quedarán atrás)
Soy un tonto que grita desde el alma lo que siente su corazón,
soy un tonto, porque le amo y pienso en ella todo el tiempo,
soy un tonto, porque le proclamo que le quiero a cada instante,
soy un tonto, porque sufro por ella, siento por ella,
soy un tonto, porque estando muerto le escucho y le hablo.
¡Quiero escapar de ella!, huir de éste gran dolor que me abraza,
me haces daño, me tientas y luego te alejas, me quieres,
y otras veces me odias, me lastiman tus palabras, pues son frías,
pero... Pronto ha de acabar todo esto, pronto cesara el dolor,
pues el destino ha de correr a mi favor, ¡lo presiento dentro mío!
Mientras tanto he de recorrer tu bello rostro con caricias y besos,
pues enciendes mi vida, y me llenas completamente,
Aunque me lastimes todo el tiempo, ¡que tonto soy al quererte!
¡Soy un tonto!, pues vivo atado a un sueño que nunca se dará,
a una vida incierta, a un camino que desconozco, que no es mío.
Ya llegara la hora de decirte adiós, de olvidar tus manías y gestos,
no viviré atado a ti todo el tiempo, pues mis heridas curarán,
y veré nuevamente el amanecer al costado de alguien, lo sé...
Ella espera pacientemente, aunque no sé donde esconda su risa,
le siento en mi corazón, y cuando ella es feliz, yo lo soy también.
Acabo estas líneas que empezaron tristes con esperanza e ilusión,
pues nada está perdido, llegara ese alguien que me cante,
que me susurre versos por las noches, que me cobije y me ame,
y ella será mi luna y yo seré su sol, y aunque esta vida sea efímera,
quedara grabado en el cielo que le amo para siempre, así sea...
Autor: Dante Moshue Díaz Linares
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