Te deseo primero que ames y que, amando, también seas amado. Y que, de no ser así, seas breve en olvidar y que...
Cuando por fin se encuentran dos almas, que durante tanto tiempo se han buscado una a otra entre el gentío,...
Estaba despeinada y con los pies desnudos al borde del estanque y en medio del juncal... Creí ver una ninfa, y...
La belleza y la muerte son dos cosas profundas, con tal parte de sombra y de azul que diríanse dos hermanas...
Es de noche. La choza es pobre, aunque segura. Sombrío es su interior, mas algo se percibe que irradia entre...
La belleza y la muerte son dos cosas profundas, con tal parte de sombra y de azul que diríanse dos hermanas...
¡Ven! En la pradera en flor, suena una flauta invisible... El canto más apacible es el canto del pastor....
Él decía a su amada: Si pudiéramos ir los dos juntos, el alma rebosante de fe, con fulgores extraños en el...
Quienquiera que fueres, óyeme: si con ávidas miradas nunca tú a la luz del véspero has seguido las pisadas, el...
Puesto que apliqué mis labios a tu copa llena aún, y puse entre tus manos mi pálida frente; puesto que alguna...
¡Ay!, ¡cuántos capitanes y cuántos marineros que buscaron, alegres, distantes derroteros, se eclipsaron un día...
Muere el día en verano. De sus flores cubierto, vierte el campo a lo lejos un perfume embriagante....